DESARROLLO Y APRENDIZAJE HUMANO

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domingo, 5 de octubre de 2008

Desarrollo de los sentidos


Se sabe que el desarrollo de los sentidos en los bebés ocurre en los primeros meses de vida. El feto se encuentra en un medio estático, en un ambiente intrauterino, en éste ocurren constantes modificaciones que involucran considerablemente al ser. Uno de los ejemplos es que participa del medio externo, ya que responde a una cantidad importante de estímulos, como la voz de la madre y sonidos que se encuentran a su alrededor. Para comenzar hablaremos del primer sentido que se desarrolla en el feto, El Tacto.

Es el sentido mas maduro durante los primeros meses y al momento de nacer es el mas entrenado y perfeccionado. Desde el comienzo de las 16 semanas de gestación, en la piel del bebé ya se encuentran desarrollados los receptores sensoriales a la sensación táctil, presión y temperatura. A las 32 semanas de gestación todas las partes del cuerpo son sensibles al tacto, y esta sensibilidad aumenta en los primeros cinco días de vida (Haith, 1986).

El desarrollo del Olfato comienza en el útero. Cabe de destacar que el cerebro del feto en el tercer trimestre se encuentra preparado para captar los olores. Un ejemplo son los olores de los alimentos que la mujer embarazada consume, los cuales pueden ser transmitidos al bebé por intermedio del líquido amniótico. Pero, ¿Es posible oler en un medio acuoso? El feto cuenta con el órgano Vomeronasal que desaparece al nacer. De esta forma ensaya en su cerebro la captación de olores. Es de vital importancia el sentido del Gusto, pues a partir de los tres meses hasta los cuatro meses se sabe que las terminales nerviosas que permiten diferenciar los distintos sabores comienzan a desarrollarse. Gracias a las papilas gustativas y a las conexiones neuronales se pueden distinguir sabores dulces, amargos, salados y ácidos.

La Audición también es funcional antes del nacimiento. Dentro del útero el bebé percibe una innumerable variedad de sonidos, los que son apaciguados principalmente por el líquido amniótico. El desarrollo completo de las estructuras del sistema auditivo, ocurren en el séptimo mes, aunque a partir de las 24 semanas de gestación responde a estímulos como la música o ruidos de mediana intensidad. La discriminación auditivita se desarrolla con rapidez después el nacimiento. Al mes de nacidos el niño puede distinguir sonidos tan cercanos como “ba” y “pa” (Eimas, SiqueLand, Jusczyk y Vigorito, 1971).

Al nacer la Visión es el sentido menos desarrollado. A las 20 semanas los ojos del bebé están totalmente formados aunque estén cerrados. Al séptimo mes, las últimas capas de la retina, donde se configuran las imágenes se han formado ya. Los parpados, antes pegados, se abren. El feto percibe luz, aunque al interior del útero esta oscuro. A los ocho meses sus pupilas se contraen y se dilatan e modo que ve tonos de color rojizo algo borroso, ya que el líquido amniótico le impide ver imágenes nítidas. Cuando nace el niño es capaz de enfocar entre 20 y 30 centímetros, que será la distancia que haya entre la mamá y el bebé cuando lo este amamantando.

Para terminar que un recién nacido pueda reconocer la voz de su madre no es una casualidad. Responde al sorprendente desarrollo intrauterino de sus sentidos, los que pone a prueba aún antes de nacer. Durante la vida intrauterina el feto no sólo estructura sus órganos para estar apto para la vida exterior, sino que desarrolla y ejercita algunos sentidos.

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